Nuestro objetivo primordial es mejorar la calidad de vida de la gente comunicándole el vivificante mensaje de amor, esperanza y salvación contenido en la Palabra de Dios. Tenemos el convencimiento de que el amor de Dios —aplicado de manera práctica a nuestra vida cotidiana— es la solución para muchos de los problemas que aquejan a la sociedad, aun en el complejo y acelerado mundo de hoy en día. Creemos que transmitiendo la esperanza y la orientación que dan las enseñanzas de la Biblia podemos construir un mundo mejor, transformándolo persona a persona.
Los afiliados a LFI llevan decenios prestando asistencia a los necesitados a lo largo y ancho del planeta. Lo han hecho de múltiples maneras: mediante sesiones particulares de asesoramiento; seminarios sobre el estrés y la gestión del tiempo; cursos para padres; iniciativas para proporcionar ayuda física y anímica a ancianos, enfermos y personas desfavorecidas; programas de rehabilitación de toxicómanos; sesiones de orientación en cárceles y correccionales; colaboración en labores humanitarias, tareas de socorro y campamentos de refugiados; y conciertos y representaciones benéficas para los menos privilegiados. También hemos aunado esfuerzos con organizaciones humanitarias —tanto internacionales como regionales— a fin de repartir alimentos y provisiones y ofrecer consuelo, ayuda y aliento a quienes se encuentran en situaciones de apuro o están pasando privaciones.
Aquí encontrarás más información sobre las obras misioneras de los afiliados a La Familia Internacional en distintas regiones del mundo, visitar Labor Mundial.