Amado Jesús:
Gracias por abandonar la corte celestial para nacer en la Tierra, vivir y morir entre nosotros y así transformar el mundo, y mi vida.
Aunque viniste al mundo encarnado en un pequeñín, Tu amor, Tu ternura y Tu paz no tardaron en extenderse por todo el orbe. Tu amor entra a raudales en todo corazón que te acoja.
Gracias por lo que significa la Navidad. Así tenga o no familia y amigos, pase por buenos o por malos momentos, siempre contaré contigo. Siempre tendré Tu amor, un amor que ha superado la prueba del tiempo, un amor que me salvó y que ha salvado a muchos como yo.
Jesús, luceros y ángeles recibieron con alegría Tu nacimiento. Igualmente, yo te recibo en mi corazón con alabanza y gratitud.—Alex Peterson